He tenido la suerte de participar en diferentes actividades de centros de día en centro Madrid sobre todo relacionado con el ámbito de lengua y la literatura. El ejercicio de las capacidades cognitivas es básico para los mayores ya que ayuda a estimular la memoria y la comunicación. Además, los mayores sienten una gran necesidad de expresión, a veces frustrada por la incomprensión o la falta de medios para hacerlo. Por eso, un curso de escritura para mayores es a menudo una actividad de lo más enriquecedora.
En mi trayectoria como profesor y monitor de cursos he tratado con diferentes grupos de alumnos desde adolescentes a ancianos. Debo decir que cada grupo aporta cosas diferentes, aunque a mi generalmente me resulta más cómodo tratar con personas adultas. Entre ellas, los más mayores tienen su propio carácter, compartiendo muchas características y formas de comportarse.
Una de las cosas que descubrí en los talleres de escritura para mayores es el orgullo. Sí, a menudo las personas más mayores tienen un gran sentimiento de orgullo que se plasma sobre todo cuando se equivocan. No les gusta nada cometer un error y cuando lo cometen se enfadan, sobre todo consigo mismos (a veces también con el profesor).
Pero también sienten una gran necesidad de aprendizaje. Siempre desde un punto de vista general, debo decir que la mayoría de los alumnos mayores con los que he tratado en los Centros de día en centro Madrid acudían al taller como si fueran al colegio, como si se tratara realmente de un espacio académico. Sin duda también influye la generación a la que pertenecen, que tiene un concepto de la disciplina más desarrollado.
Normalmente, en un taller de escritura hay que saber explotar “la historia” de los alumnos, su pasado. Todos ellos tienen un montón de anécdotas e historias para contar. Lo que hay que facilitarles son los medios para poder expresarse adecuadamente de forma escrita, siempre siendo muy comprensivos con aquellas personas con mayores dificultades. La satisfacción de ayudar a una persona mayor a escribir una historia basada en una experiencia personal es enorme, sobre todo cuando ellos mismos te lo agradecen.